Cada persona puede realizarse un ritual de purificación usando velas; esto provee inmensos beneficios para el que lo hace.
Necesitamos:
Tres velas blancas, un cono de incienso, una vela azul , una imagen del invocador (la persona que hace el ritual) y una tela blanca de algodón para cubrir una mesa o un lugar en donde podamos hacer el ritual.
Ritual
Se puede practicar este ritual un martes o Viernes por la noche.
Encender las dos velas blancas del fondo y el incienso.
Recitar una oración.
Encender la vela azul y la blanca restante.
Tomar la imagen y situarla en el centro de la tela.
Volcar gotas de cera de la vela azul en el centro de la tela para que quede sellada.
Repetir el proceso con la vela blanca más cercana a nosotros.
Recitar la oración de nuevo.
Dejar la imagen debajo de la cama durante una semana.
Las dos primeras velas, el incienso y la primera oración sirven para pedir permiso a la noche para entrar en su dominio y practicar la magia de velas libremente. Esta parte del rito es imprescindible para que el resto funcione apropiadamente.
La vela azul representa la energía mágica del invocador; la blanca es la pureza que necesitamos.
De forma simbólica, el invocador queda envuelto en un manto de pureza mágica irrompible que mantendrá su espíritu limpio durante una semana. Este ritual hay que practicarlo un Martes o Viernes por la noche.
Oración:
“Señor Dios Todopoderoso escucha mi petición, que estén atentos tus oídos a la voz de mis súplicas, que estas velas que arden vuelvan tu vista hacia mí. te lo pido con fervor. Amén” |